Como coach, creo en ti, en tu potencial y en tu talento para sacar LO MEJOR DE LOS TRES

Trayectoria de la desmotivación al despegue
De la desconfianza a la confianza
De la clase de los conflictivos al éxito profesional

La Evaluación General de Diagnóstico del Ministerio de Educación asegura que "no existen expectativas de mejora en los resultados del alumnado repetidor". Que el 17% de los alumnos de ESO presenta un rendimiento bajo e insuficiente para afrontar su futura vida laboral.

Es preocupante saber que el sistema educativo no es capaz de rescatar a muchos de los alumnos que repiten. Y el porcentaje de alumnos repetidores sigue manteniéndose muy elevado, tanto, que algo más de la cuarta parte de los jóvenes españoles no alcanza los objetivos programados para la educación obligatoria a la edad teórica que les corresponde.

Pero, ¿quién no confía en quién?
1.       ¿En quién no confía el Ministario de Eduación? ¿En la capacidad del alumnado? ¿Y en la capacidad del profesorado? ¿Y en la capacidad del sistema establecido?

2.       ¿En quién no confían las alumnas y los alumnos desmotivados, a los que llaman “conflictivos”? ¿En sus profes? ¿En las reglas del juego?

3.       ¿En quién no confían madres, padres o tutores? ¿En el Ministerio? ¿En el sistema? ¿En los profesores? ¿En sus hijas e hijos?

4.       Y, ¿en quién no confía la sociedad?

Los psicopedagogos advierten de los riesgos de "clasificar a los alumnos" (en clases de conflictivas y conflictivos) y de condicionar con ello su trayectoria académica y profesional, desmitivándolos.

Pero, ¿quién tira la toalla? ¿Quién tiene miedo al fracaso? ¿Los aumnos de no poder? ¿O sus eduacadores, el sistema y la sociedad de no ser capaces?

Afortunadamente, repetidores siguen día a día desafiando estadísticas con su experiencia académica y profesioanl posterior de éxito. Todos ellos comparten un rasgo común: pocos profesores hubieran apostado un duro por su futuro laboral hace unos años.

La cuestión es: ¿Quién es qué o quién para juzgar el potencial y desconfiar de las posibilidades de otra persona? ¿Bajo qué criterio? ¿Fracaso al seguir un sistema? ¿Quién fracasa? ¿Los alumnos? ¿Los profes, el sistema, el Ministerio, los padres, la sociedad? ¿En qué clases nos tendríamos que clasificar entonces todos los demás?

Si hay un lema en Coaching, ése es el poder de la confianza, por parte de su coach, en el potencial y el talento para desarrollarlo de los coachees (que pueden ser potencialmente todos los actores antes mencionados). Confiamos en la capacidad del Coaching en la Educación. Confiamos en la capacidad de todos de mejorarla.


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