¿Eres líder y no lo sabes?

Liderar es un compromiso, una responsabilidad y un placer para la persona líder.

¿Te sientes comprometida/o con tu propia superación personal y profesional y la de quienes te rodean? Quizá eres una/un líder y no lo sepas.

El liderazgo es una responsabilidad que asumimos como personas en distintos ámbitos, profesional, personal, de amigos y familia, etc. Es un reto constante de superarnos personalmente e involucrarnos en el desarrollo de los demás.

Un líder es una persona emprendedora, con iniciativa, con la habilidad de transmitir lo que piensa y siente, con la capacidad de hacer que los demás quieran compartir los mismos objetivos y realicen una labor más eficaz en conjunto, que individualmente. Tiene una visión amplia que sobresale de los demás, muestra gran capacidad de trabajo y firmeza al tomar decisiones. Expresa ideas que las personas que lidera tendrán en cuenta, por las oportunidades que representan. Muestra facilidad de conversación y para relacionarse.

Es una persona alegre, amable, ordenada, perseverante, con una personalidad muy definida.
Considera antes la aportación de los demás, que la propia, evitando ser el protagonista, buscando el beneficio colectivo, por encima del personal. Valora el trabajo en equipo. Liderar es un compromiso, una responsabilidad, liderar es un placer para la persona líder.

En todos los grupos, desde escolares, hasta la alta dirección de empresas, alguna persona destaca por mostrar esta responsabilidad, aunque no es líder la persona por designación, sino por elección de las personas lideradas.

Podemos serlo y no saberlo, por no plantearnos preguntar a nuestro entorno qué perciben de nuestra conducta y formas de proceder. Podemos ser inspiradores de nuestras amistades, de nuestros hijos y familiares, de nuestros compañeros de trabajo, subalternos y hasta de nuestros responsables, porque nuestros valores y hábitos les sirvan de modelo, sin necesitar imponerlos.

Pueden esperar nuestra orientación para hacer, que siempre podremos transformar en empoderamiento de quienes esperan nuestro ejemplo, delegando en ellos finalmente cada decisión de hacer (clave en Coaching). Podemos ser fuente de motivación a la acción, empatizando y sintonizando con las propias motivaciones ajenas. 

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